lunes, 17 de enero de 2011

Siguiendo un Camino

En el faro tan lejos los años y tan cerca lo sentido, tan claro lo que tengo y tan confuso lo que no debo tener.
Esperando una llamada y llorando por no hacerla, que raro es sentir todo a la vez en este tiempo y sin embargo casi siempre se siente uno así, con todo revuelto, con todo queriendo, con nada alcanzado y con un empeño por lograrlo que no permite pensar lo que se debe y /o como se debe.
Que raro se siente cuando quieres decir basta y el fuego interno no lo permite si no que sigue escupiendo como? Cuando?, cuanto?….lo que quieres que se de.
Estoy en el faro leyendo y la lectura se transforma en pensamientos que no me permiten pensar, que no me dejan imaginar ni soñar solo querer y tener miedo por ello porque no es donde debo estar.
Tengo miedo pero también culpa….lo quiero todo y no quiero nada porque no me toca estar ahí sino lejos tan lejos que sería mejor que desaparezca y lo peor es que no desaparezco sino que vivo y siento sin medida y con culpa, la famosa culpa que acosa, mata y da la medida de lo que si y de lo que no debo y/o quiero. Increíble tanta confusión! para una historia que se repite sin gloria y sin querer, porque es así, porque debe estar en la raíz de mi vida y porque no de la otra también.
Cómo está?, cómo se siente?, quiere hablar o necesita el hombro de alguien de ese alguien que derrepente soy yo o talvez no, nadie lo sabe; ni yo ni el otro lado, la otra vida, porque en el fondo el temor es de dos; sino porque las explicaciones y a la vez los parches para no salirse de su lugar, por qué no salir y disfrutar la amistad? con los errores y cambios que implican y esto también va para mi queda claro, decirlo ,aunque, no vivirlo claro esta… también!.
El encuentro en el hogar con la familia, con lo más profundo de nuestro ser que además uno no sabe que lo tiene dentro y se paraliza y nos deja (como siempre) sin decir nada y así entonces vivir sin sufrimientos, sin querer aferrarse a nada… es bueno algunas veces, otras creo que no y claro algunas me convienen y otras no tanto, que desagradable es pensar y querer y ser tan infeliz por las historias vividas pedidas y no pedidas también.
Estoy en el faro y las lágrimas caen por mis mejillas porque no descubro por qué he de vivirlo así?, por qué la vida sigue siendo injusta y despiadada por más esfuerzos que hago por no llorar y ser solo un poquito feliz, nuevamente todo termina en la tontera con el conformismo insulso e inútil (No vale pedir poco si se va a pedir. Si se pide se pide mucho y bien, para que algo toque…) seguramente por eso no me ha tocado nada aún.
Estoy en el faro y ya me levanto para irme y me estoy yendo con los ojos rojos, los pelos al viento, el corazón roto y sin motor………. Llegué a casa.

Que difícil comunicarse como si nada luego de tal remesón interior, pero la vida continua y al mal tiempo buena cara así que aquí voy, llamo, contesta, pregunto y queda que mañana voy.
Un abrazo es importante, un encuentro es decisivo y en nuestra historia lo es más nos vuelve a llenar de amor, de ese amor escondido pero no perdido y a ubicarnos en el lugar que debemos estar.
Nos queremos mucho y eso NUNCA VA A CAMBIAR!!!!

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